Pensar en la palabra Autor es de mucha responsabilidad. Creo que estoy aprendiendo a familiarizarme y a aceptar ese rol que a la final solo es una expresión del alma, pero que a la final es la creatividad dando la posibilidad de manifestar pensamientos. La palabra siempre ha sido sagrada al igual que la música. En su valor y misión escribir canciones se ha vuelto primero que todo un proceso de amor propio. Escribo para conocerme, para explorarme. Algunos se miran al espejo para reconocerse, yo con mi astigmatismo miópico (risas) no me he permitido verme de lejos ni de cerca. Por eso mis canciones y escribir es el camino que tomó para salir de mi y verme. ¡Esto ha sido maravilloso! Entendí que tengo mucho por decir y que cuando oculto mi necesidad el cuerpo habla, mis ojos, mis expresiones, todo busca formas de sacar estas palabras y solar. Eso es lo que busco con mis canciones, soltar para amarme, reconocerme y también entender que todo lo que siento y veo en los demás es un reflejo de la necesidad constante que nos habita de crecer en conciencia y aportar, servir los unos a los otros. Hago canciones porque siento que en la música nos encontramos todos, es un lenguaje que armoniza y en pro de esto, busco ser cuidadosa con lo que hago, siendo sincera, honesta y llenando cada acto de bellas intenciones que se propaguen y que siembren amor.